viernes, 20 de agosto de 2010

Ante el fin de semana


(Pollito con once días. ¿No es el vivo retrato de su madre?)

Han pasado un par de días, los pollitos permanecen despiertos en el nido, y cada vez más atentos al mundo exterior; también aletean, se acicalan, y se preparan, en fin, para lo que será su vida adulta. Con sus 85 y 80 gramos de peso, parece que devoran a sus padres cada vez que estos los alimentan; muy pronto también se atreverán a salir del nido por sus propios medios, lo que me da miedo es que esto ocurra justamente cuando no estamos con ellos, aunque me consuelo pensando que así ocurrió con Junior... y ahí lo tenemos tan campante.