(Romana y Paulo acomodadas en el Indianacamp)
Hace unos minutos hemos dejado a Romana y Paulo en su nueva ubicación, dentro del Indiana camp. Se trata de un espacioso jaulón, donde ellas serán las únicas aves voladoras, por lo que espero que se sientan perfectamente bien. Pero no estarán completamente solas, porque unas simpáticas codornices saltan por el suelo. Tienen un par de comederos, y bebedero.
(Una de las codornices que acompañarán a las tortolitas)
Las pobres se han asustado un poco con la algarabía de las aves, y también porque sus vecinos a ambos lados son nada menos que dos rapaces, una de las cuales se ha tirado contra la reja que hace de frontera entre los dos jaulones... qué susto se han llevado. Mi primo Julio dice que no me preocupe, que en cuanto se acostumbren no les harán caso, y eso espero.
He vuelto a recorrer las instalaciones del Indianacamp, y he admirado docenas de especies de aves maravillosas.
(En orden: Faisán, Colipavas indias, Tórtola del Perú, Tórtola Diamante)
Aunque lógicamente veré poco a mis maravillosas tortolitas, tampoco es un adiós para siempre, espero visitarlas de vez en cuando y poner aquí sus noticias. Además, mi primo cuenta con otra pareja de tórtolas domésticas (posiblemente ambos machos, porque nunca han puesto huevos), que cuando pasen unas semanas acompañarán a Romana y Paulo en su jaulón, con la intención de que en el futuro tengan descendencia (suponiendo que Romana sea, como parece, una hembra).
Aunque lógicamente veré poco a mis maravillosas tortolitas, tampoco es un adiós para siempre, espero visitarlas de vez en cuando y poner aquí sus noticias. Además, mi primo cuenta con otra pareja de tórtolas domésticas (posiblemente ambos machos, porque nunca han puesto huevos), que cuando pasen unas semanas acompañarán a Romana y Paulo en su jaulón, con la intención de que en el futuro tengan descendencia (suponiendo que Romana sea, como parece, una hembra).