jueves, 11 de octubre de 2012

La siesta con Junior

Junior a punto de tumbarse para dormir la siesta conmigo.
Una de las cosas que más me gusta es, cuando puedo, echarme la siesta; placer que comparto con Junior. Cuando una tórtola duerme, imagino que al igual que la mayoría de los pájaros, su sueño es una duermevela ligera, siempre vigilante ante el menor ruido o movimiento: es natural. Pues bien, cuando Junior (y solo ella) duerme encima de uno de nosotros, pasa a un estado de sopor intenso; es como si pensara "puedo dormir a pata suelta, porque estoy encima de este, y si pasa lo que sea es él quien tiene que estar atento, no yo". Se hace una bolita, respira pausada y rítmicamente, y se durme por completo el tiempo que dure la siesta, por supuesto sin hacer "pipí" ni "popó". Todavía me emociona sentir que un ser de otra especie confíe tanto en mí.

Nuestra amiga Cloti

Cloti es una tórtola turca

Hace unos días recibí en este blog algunos comentarios de una nueva visitante, y por lo tanto amiga: Niebla. Resulta que recogió un pollito de tórtola turca, y contra lo que podía pensar ha conseguido sacarla adelante. Como todas las tórtolas turcas, luce un bonito collar negro, y colores marrones, rosados y caramelo; aún sus plumas corresponden a un ejemplar en crecimiento, ¡pero se nota que es una tórtola preciosa! Tal vez se quede a vivir con Niebla, o finalmente vuele con sus compañeras, pero de lo que no cabe duda es de que es una tórtola preciosísima que seguro sabrá darle a Niebla señales inequívocas de su cariño. Mucha suerte a las dos.