martes, 19 de febrero de 2013

Pereza invernal

Junior está amodorrado... ¿ves sobre qué? No es un cojín...
Han pasado varias semanas desde la última entrada del blog. Y es que cuesta encontrar novedades en estas semanas de invierno, porque las tórtolas bajan su actividad al mínimo. Recuerdo haber leído hace tiempo que una lectora del blog comentaba que su tórtola, que dormía en una caja, los días muy grises ni se tomaba la molestia de levantarse... Walter, Amélie y Junior no llegan a tanto, pero pasan muchas horas hechos unas bolitas de plumas, dormitando, y moviéndose solo para comer. Por cierto, que comer sí que comen, yo diría que con más apetito de lo normal, pero aparte de eso su actividad está bajo mínimos.

A la hora de la siesta, como siempre, Junior (si no está empollando huevos), toma posición sobre Félix y se apoltrona del modo más descarado... es inexorable en sus costumbres: la siesta sobre Félix, las últimas horas antes de acostarse, sobre mí, en la habitación contigua... Ah, y lo irse a dormir por la noche es una risa, porque Junior pretende siempre dormir en la cama, cosa que no le permitimos, claro, ella tiene su nidito sobre el perchero de entrada (el perchero tiene una pequeña plataforma, muy a propósito), pero el único modo de que se quede allí es ponerla y apagar inmediatamente todas las luces, para que no se plante en la cama de un vuelo... un retraso de unos segundos en apagar, y ya está Junior en la cama, con lo que tenemos que volver a empezar... Eso sí, en cuanto la luz diurna se lo permite, (ahora más o menos a las 8 de la mañana), se planta en la cama, así que se puede decir que nos sirve de despertador. Esto mismo lo hacía Amélie en los primeros tiempos, cuando era ella la única tórtola de la casa, pero desde que se emparejó con Walter ya no llega a tanto como para dejar el nido común y venirse a la cama... por suerte para todos.